Gobierno culpa a un “grupo de infiltrados” de sobrepasar límites de marcha para alterar el orden en Friusa
EXPRESO DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El Gobierno dominicano responsabilizó este domingo a un grupo de infiltrados en la marcha pacífica que desarrollaría la Antigua Orden Dominicana, quienes buscaban notoriedad para provocar a las autoridades y alterar el orden público.
Así lo explicó el vocero del Gobierno dominicano, Homero Figueroa, quien agregó que la Antigua Orden Dominicana, organismo que convocó la manifestación, cumplió con los parámetros establecidos en el permiso otorgado por el Ministerio de Interior y Policía, pero que el infiltrado grupo buscaba alterar el orden ciudadano.
“El grupo organizador cumplió con las rutas y términos acordados. Sin embargo, un grupo de infiltrados, buscando notoriedad, sobrepasó los límites establecidos, alterando el orden y obligando a la intervención de la autoridad policial para restablecer la normalidad y evitar mayores incidentes”, dijo el funcionario durante una alocución dirigida al país mediante las redes sociales.
Figueroa manifestó que desde el Gobierno reafirman el compromiso absoluto de garantizar el derecho fundamental a la protesta pacifica, así como también de mantener el orden público en todo el territorio nacional.
El vocero del Gobierno hizo un llamado a la prudencia y responsabilidad en el manejo de la información, expresando su preocupación por el hecho de que algunos sectores buscan aprovechar lo ocurrido.
«Nos preocupa que algunos sectores busquen aprovechar lo ocurrido, distorsionando la realidad para promover agendas particulares. No permitiremos que causas legítimas se usen como pretexto para alterar el clima de inversión, la generación de empleos y la paz social», agregó.
Reiteró que el compromiso del Gobierno es con una sociedad basada en el respeto, el orden y el bien común pero dentro del marco de la ley.
La respuesta del Gobierno dominicano surge a propósito del incidente registrado en Friusa la tarde de este domingo, donde la Policía Nacional lanzó bombas lacrimógenas al grupo de manifestantes, alegando que sobrepasaron los límites establecidos en la autorización.
La manifestación se produjo en rechazo a la gran cantidad de haitianos que vive en la zona, alegando, incluso, que muchos de ellos son indocumentados.
En el incidente, varios periodistas y ciudadanos resultaron afectados, incluyendo un equipo de prensa de El Nuevo Diario.